El trabajo que uno desempeña no es inocuo: ¿Cuál es el precio de ser un despedidor y no estar destrozado? No pensar. Aspirar a metas abstractas. Vivir con el único sueño de acumular millas de vuelo. Predicar la soledad y el despojamiento extremo de cosas y de sentimientos: “somos tiburones”.
Comedia lúcida y amarga, cine clásico.
Un instante antes de conseguir sus metas se da cuenta de que no le interesan.
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