Exbactera y libélula:

—Somos humanas porque podemos hablar.

—Pero estamos en precario.

—¿Crees que ellos, los humanos, no sienten sus vidas con la misma precariedad?

—Me da igual lo que sientan los humanos. Yo lo que quiero es vivir indefinidamente.

—No compensa. Te lo digo yo que ya he pasado por eso. Cuando era bacteria mi esperanza de vida era ilimitada… ¡pero no lo sabía!

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