Cárceles de luxe

Tendrán que hacer cárceles de luxe para presos de postín; con bodega y cocineros famosos. Ya pueden darse prisa porque la máquina judicial, achacosa y a medio desmantelar, parece que espabila o resucita a ratos.

Urge erigir pabellones individuales, tipo chalé o adosados, con piscina y pradito de golf(os). Casi se podría utilizar alguna de esas urbanizaciones fantasma que no se llegaron a habitar ni a vender, así se amortiza el hormigón. O uno de los bloques playeros indultados, como El Algarrobico.

Claro que para los posibles improbables inquilinos quizá haya que contratar algo de diseño, no se vayan a deprimir. Lo suyo sería poner a picar a los nuevos presuntos penados en las laderas de Bailín, donde brinca libre el lindano de Inquinosa. ¿Cómo pudimos dejar que se instalara una empresa con ese nombre tan parecido a “iniquidad”, si el nombre ya lo decía todo?

Abominamos del lindano supurante pero si hoy se presentara otra empresa igual o peor (la tecnología destroyer también avanza), tal como rugen las tripas, correríamos a regalarles el suelo y a ponerles las alfombras (aún deben de estar guardadas las de Gran Escala en los arcones del Pignatelli, si no se las han llevado ya al museo de Lérida, con los bienes aquellos, olvidados, de las parroquias aragonesas; que en Lérida lo aprovechan todo).

Total, tenemos dos centrales nucleares a punto de sustito, una en cada punta del Ebro, Vandellós y Almaraz: una para el invierno y otra para el verano. Y encima, a la segunda, aún la van a reavivar a fuerza de puertas giratorias.

Si mañana u hoy viniera una empresa megaponzoñosa se haría la dueña del solar patrio, tanta es la premura pública y privada pese al fabuloso PIB recauchutado que crece sin parar. Por un bocata seco contaminaríamos medio Aragón otra vez. Así es nuestro glamour estepario, ideal para maniobras militares gratis.

Entonces, ya que el Estado va a necesitar cárceles para encerrar a los nuestros con cierto confort hasta que les llegue el indulto, más vale que las hagamos en Aragón, que sobra sitio, está ventilado y el suelo les saldrá gratis. El momento está lleno de oportunidades. Solo hay que encontrar el nicho… de mercado.

(Columna de hoy en Heraldo de Aragón)

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