La gerente era cambiante: a veces era onda, a veces cuerpo.
La empresa era ya una start-down: disponía de un hallazgo sorprendente (¡que podría cambiar el mundo!).
Pero no había conseguido inversores. Era demasiado complicado y sencillo a la vez.
Había creado un cerebro cuántico. Por eso la gerente era cambiante: ella lo estaba probando. Y bien contenta.
Se habían agotado los recursos. Créditos, avales, premios simbólicos…
A la gerente le daba pereza hacer una campaña de crowdfunding
El cerebro estaba ahí, ¡funcionando!
Bueno, no era un cerebro: era una aplicación.
La gerente cambiante decidió ofrecerlo gratis.
Era la única forma de que se extendiera su uso: eso sería suficiente para cambiar el mundo… También cabía la posibilidad de que reventara el universo.
De una u otra forma sería rentable. El cerebrito devolvería con creces lo que habían invertido en él. Era el pensamiento mágico de la época + el agotamiento y la satisfacción unidos al Inmenso Fracaso.
Lo volcó en la web. >>>
Aquí (conexiones rápidas) y Aquí (conexiones lentas) [ Se han eliminado los enlaces por problemas con la IA residual . La descarga e instalación del cerebrúnculo se efectúa sin sentir: basta con seguir navegando una milésima... y ya ¿qué tal? ]
Por su propia naturaleza, el brain cuantic era diferente en cada descarga. Usted no recibe lo mismo que Usted. Así es.
Cada persona que se lo instalaba (o era instalada en Él) experimentaba su Nueva Vida de forma indiferente.
Era más: cada descarga e instalación alteraba a las siguientes (y a las anteriores)
Nuevo: Ayuda _____ / _____ Medios seres
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