Llevas una hora o media navegando y leyendo y se te acumulan las maravillas aunque no sabes en realidad qu? est? pasando… el mundo est? cambiando delante de tus narices AHORA MISMO y puedes verlo y experimentarlo en… (ah, esa expresi?n)… TIEMPO REAL.
Entonces piensas (o sientes): /* es tiempo extra */, por alguna raz?n VALE DOBLE (o “doble” ya ha sido desbordado).
Por lo que aprendes, por lo que podr?as aprender, por los nervios que haces, por todo eso que copias y devuelves a medio tunnear, por todas esas bifurcaciones que vas dejando atr?s y adelante a la vez… porque sabes que algunas de esas cosas, las que hayan sobrevivido, acabar?n por encontrarte… y las usar?s o ellas te usar?n a ti… y las malas, o las que fallan un poco (pero s?lo un poco), desaparecer?n en el infierno de la cach? infinita, poco a poco monstruosa…
Y sabes que por un momento todo est? acerc?ndose y alej?ndose al borde de ese agujero negro, flirteando entre el ser/no ser, el cero y sus unos. Como si lo de Darwin, siempre tan a fuego lento, se estuviera acelerando en la misma pantalla, casi a tanta velocidad como muta el virus de la gripe com?n cada a?o o ahora el de los pobres pollos/humanos. (Quiz? reniegan de Darwin tanto los creacionistas porque es demasiado evidente).
