
Ahora me he prejubilado y sigo de agente secreto por horas. Ya llevaba mascarilla antes de todo esto. Soy medio robot por parte de madre, asexuado y creyente genérico (células madre de fe, que me permiten creer en cualquier deidad y/o en todas).
Mis misiones son efímeras: he sido jueves, he vigilado redes que no creerías que puedan existir, he intervenido en sueños y también he cancelado pesadillas con las que agentes intrusos sometían a altos cargos.
Entre los hemiseres difusos ocupé un puesto cualquiera de gran responsabilidad.
Ahora estoy a su servicio por toda la eternidad.
Ni hablar
Y yo te di lo mío
Y yo te di mi vida, estamos en paz
Pues toma
No
Sí
No quiero morir…
BANG!
Oh, cómo has podido…
Ahora yo: BANG!
Te has disparado. Estamos ya en otra vida
Así es
Tenías razón… hay otra vida
Sí
Y ahora qué hacemos
Todavía me debes mi parte
Estamos en la muerte, aquí no hay deudas
Ya lo creo
Te di mi vida
Tu vida no valió nada
No decías eso cuando me tenías
¡Paga!
No
Te puedo matar otra vez
Qué va
Ya lo vas a ver
No me apuntes, por si acaso, qué haces
BANG!
Hostias!
Ya lo ves
Esta vez tú no te has disparado
No, yo me quedo en la primera muerte
Pero podemos hablar
Tú no
Estoy hablando
Pura inercia, esta muerte es la buena
Ven, mátate conmigo otra vez
Buen viaje a la nada
Ven
No
Sin mi no serás nada
Esa es la idea
.
.
.
El envoltorio de un sandwich en Bahréin detiene un Formula 1
En los escaparates
Todo al 70%
Por liquidación
de la fórmula del universo